martes, 18 de julio de 2017

Reseña de "Crónica del querer"

Reseña de Crónica del querer (el amor en la copla flamenca y andaluza)

Crónica del querer (el amor en la copla flamenca y andaluza); autor, Balbino Gutiérrez; Ediciones Hiperión, 1996; 156 paginas.



Con bastante frecuencia, se suele olvidar que la esencia de la poesía lírica se encuentra en el canto y no en la lectura. Por la misma razón, en algunos círculos no se considera poesía a la “música” y se crea un binomio casi irrompible, consistente en poesía=libro.




Afortunadamente, Balbino Gutiérrez con su libro Crónica del querer (El amor en la copla flamenca y andaluza) viene a recordarnos que en las canciones que escuchamos está la continuación directa de la poesía lírica más clásica; al decir esto, me refiero a esa poesía que se cantaba acompañada de una lira, una flauta o de otros instrumentos, dependiendo la región del mundo.




La copla flamenca ha sido considerada como la expresión poética por excelencia del pueblo andaluz.
Personas sin ningún tipo de preparación intelectual, cantaron desde el siglo XIX las coplas, creando con ello una de las corrientes de poesía popular más famosas del mundo.
A pesar de eso, en el mundo literario no ha sido valorada de manera adecuada.
Balbino Gutiérrez habla de la poca valoración hacia esta poesía de esta manera:

…y de un tipo de poesía que, a mi juicio, aún no ha sido, salvo de manera excepcional, justamente valorado y reconocido por el gran público, ni por personalidades e instituciones del mundo literario o académico, si no que, por el contrario, resultó objeto durante mucho tiempo de prejuicios arbitrarios e imperdonables agravios.

Todos estos poemas (por que eso es lo que son) nacieron para ser cantados y por eso mismo, el recopilador acudió a la discografía flamenca y en algunas ocasiones, a publicaciones impresas.

El libro dividido en doce capítulos que recogen coplas con los siguientes temas:

1.   piropos y requiebros

2.   declaración y firmeza

3.   plenitud y felicidad

4.   pasión y súplicas

5.   inconstancia, dudas y celos

6.   fatigas de amor

7.   reproches, abandonos y adulterios

8.   rebelión

9.   ausencia y soledades

10.   reconciliación y esperanza

11.   remordimientos

12.   odio


Toda poesía es reflejo de la forma de sentir de la sociedad que la genera; el autor nos indica que el hombre mediterráneo en general y el andaluz en particular tiende a ser posesivo, machista y ama de forma exigente y dominante.
Esa naturaleza se refleja en las coplas, aunque también hay varias muestras de amor puro y generoso.
Una de las características que debe tener un piropo es el ingenio. Aquí un ejemplo:


De rosas, de claveles
Y alhelíes
se te llena la boca
cuando te ríes.

….

Cómo quieres que en las olas
no haya perlas a millares
si en la orillita del mar
te vi llorar una tarde.


Además del ingenio, no falta un piropo bellísimo:

Por las trenzas de tu pelo
un canario se subía,
se paraba en tu frente
y en tu boca bebía
creyendo que era una fuente.

Para declarar amor no faltan las metáforas desesperadas:

Tan imposible lo hallo
de tu querer apartarme
como escribir en el agua,
de una piedra sacar sangre

Cosa curiosa: las coplas que cantan la felicidad son pocas, pero intensas y bellas.

Una noche oscurita
lloviendo estaba,
con la luz de tus ojos
yo me alumbraba.
….

Navegando en los mares
de tu cariño
no hay nada como el viento
de tus suspiros.

Para hablar de nostalgia, una copla es notable:

Diez años después de muerto
la tierra me preguntó
que si te había olvidao,
y yo le dije que no.

Y más notable aún, por su enorme parecido con el inicio de un famoso poema chino de Su Dongpo, de la Dinastía Song:

Diez años ya. Nebulosas brumas
separan al vivo de la muerta.
No es que quiera recordar:
No puedo olvidar…   (Traducción de Guojian Chen)

Hay casi mil años de distancia entre los dos poemas; sin embargo, que la nostalgia se pueda expresar con palabras similares es totalmente increíble. Almas parecidas, sensibilidades parecidas.

Bien lo dicen: en la guerra y en el amor, todo se vale. Esta copla es una muestra:

En un cuartito los dos,
veneno que tu me dieras,
veneno tomaba yo.

Nada dura en esta vida; muchas veces, el amor no escapa de esta ley y los poetas anónimos andaluces no dejaron de expresar el dolor y el odio por la perdida del amor:

A ti te tiene que llegar el día
que llores por mi querer
con un llanto tan profundo
que tengas que aborrecer
a quien más quieras en el mundo.


Con otro te vi pasar
yo no supe lo que sentí,
porque, debiéndote matar,
de rabia rompí a reír
y luego me eché a llorar.

Este poema último es notable por su armónica combinación de contradicciones; reacciones diversas en tan poco tiempo y traducidas en una sola palabra: dolor. Pocos poetas han logrado esta combinación de forma tan sintética

Estos poemas en el papel son como un guión de película sin rodar; sin importar ello, su lectura en voz alta (como mínimo) y su canto solitario o en compañía de alguien, representa el mejor de los homenajes a la voz poética del pueblo. Ediciones Hiperión ha sacado uno de sus libros más hermosos con este volumen.





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