Reseña
de Crónica del querer (el amor en la copla flamenca y andaluza)
Crónica del querer (el amor en la copla flamenca y
andaluza); autor, Balbino Gutiérrez; Ediciones Hiperión, 1996; 156 paginas.
Con bastante frecuencia, se suele olvidar que la
esencia de la poesía lírica se encuentra en el canto y no en la lectura. Por la
misma razón, en algunos círculos no se considera poesía a la “música” y se crea
un binomio casi irrompible, consistente en poesía=libro.
Afortunadamente, Balbino Gutiérrez con su libro Crónica del querer (El amor en la copla
flamenca y andaluza) viene a recordarnos que en las canciones que
escuchamos está la continuación directa de la poesía lírica más clásica; al
decir esto, me refiero a esa poesía que se cantaba acompañada de una lira, una
flauta o de otros instrumentos, dependiendo la región del mundo.
La copla flamenca ha sido considerada como la
expresión poética por excelencia del pueblo andaluz.
Personas sin ningún tipo de preparación intelectual,
cantaron desde el siglo XIX las coplas, creando con ello una de las corrientes
de poesía popular más famosas del mundo.
A pesar de eso, en el mundo literario no ha sido
valorada de manera adecuada.
Balbino Gutiérrez habla de la poca valoración hacia
esta poesía de esta manera:
…y
de un tipo de poesía que, a mi juicio, aún no ha sido, salvo de manera
excepcional, justamente valorado y reconocido por el gran público, ni por
personalidades e instituciones del mundo literario o académico, si no que, por
el contrario, resultó objeto durante mucho tiempo de prejuicios arbitrarios e
imperdonables agravios.
Todos estos poemas (por que eso es lo que son)
nacieron para ser cantados y por eso mismo, el recopilador acudió a la
discografía flamenca y en algunas ocasiones, a publicaciones impresas.
El libro dividido en doce capítulos que recogen coplas
con los siguientes temas:
1.
piropos y requiebros
2.
declaración y firmeza
3.
plenitud y felicidad
4.
pasión y súplicas
5.
inconstancia, dudas y celos
6.
fatigas de amor
7.
reproches, abandonos y adulterios
8.
rebelión
9.
ausencia y soledades
10.
reconciliación y esperanza
11.
remordimientos
12.
odio
Toda poesía es reflejo de la forma de sentir de la sociedad
que la genera; el autor nos indica que el hombre mediterráneo en general y el
andaluz en particular tiende a ser posesivo, machista y ama de forma exigente y
dominante.
Esa naturaleza se refleja en las coplas, aunque también
hay varias muestras de amor puro y generoso.
Una de las características que debe tener un piropo es
el ingenio. Aquí un ejemplo:
De
rosas, de claveles
Y
alhelíes
se
te llena la boca
cuando
te ríes.
….
Cómo
quieres que en las olas
no
haya perlas a millares
si
en la orillita del mar
te
vi llorar una tarde.
Además del ingenio, no falta un piropo bellísimo:
Por
las trenzas de tu pelo
un
canario se subía,
se
paraba en tu frente
y
en tu boca bebía
creyendo
que era una fuente.
Para declarar amor no faltan las metáforas desesperadas:
Tan
imposible lo hallo
de
tu querer apartarme
como
escribir en el agua,
de
una piedra sacar sangre
Cosa curiosa: las coplas que cantan la felicidad son
pocas, pero intensas y bellas.
Una
noche oscurita
lloviendo
estaba,
con
la luz de tus ojos
yo
me alumbraba.
….
Navegando
en los mares
de
tu cariño
no
hay nada como el viento
de
tus suspiros.
Para hablar de nostalgia, una copla es notable:
Diez
años después de muerto
la
tierra me preguntó
que
si te había olvidao,
y
yo le dije que no.
Y más notable aún, por su enorme parecido con el
inicio de un famoso poema chino de Su Dongpo, de la Dinastía Song:
Diez
años ya. Nebulosas brumas
separan
al vivo de la muerta.
No
es que quiera recordar:
No
puedo olvidar… (Traducción
de Guojian Chen)
Hay casi mil años de distancia entre los dos poemas;
sin embargo, que la nostalgia se pueda expresar con palabras similares es
totalmente increíble. Almas parecidas, sensibilidades parecidas.
Bien lo dicen: en la guerra y en el amor, todo se
vale. Esta copla es una muestra:
En
un cuartito los dos,
veneno
que tu me dieras,
veneno
tomaba yo.
Nada dura en esta vida; muchas veces, el amor no
escapa de esta ley y los poetas anónimos andaluces no dejaron de expresar el
dolor y el odio por la perdida del amor:
A
ti te tiene que llegar el día
que
llores por mi querer
con
un llanto tan profundo
que
tengas que aborrecer
a
quien más quieras en el mundo.
…
Con
otro te vi pasar
yo
no supe lo que sentí,
porque,
debiéndote matar,
de
rabia rompí a reír
y
luego me eché a llorar.
Este poema último es notable por su armónica
combinación de contradicciones; reacciones diversas en tan poco tiempo y
traducidas en una sola palabra: dolor. Pocos poetas han logrado esta
combinación de forma tan sintética
Estos poemas en el papel son como un guión de película
sin rodar; sin importar ello, su lectura en voz alta (como mínimo) y su canto
solitario o en compañía de alguien, representa el mejor de los homenajes a la
voz poética del pueblo. Ediciones Hiperión ha sacado uno de sus libros más hermosos
con este volumen.
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